lunes, 30 de diciembre de 2013

Y sin punto final

Es porque somos un solo continuo, continúo tu alma con la mía. Sin parar, sin puntos finales porque no habremos acabado nunca nuestro amor. Uno con el otro unidos en la literatura de la red.

Y el mar, me preguntas por el mar. El mar y el viento, si me has dedicado el cielo, yo te regalo el mar y el viento. Desorden sí, en la cubierta de nuestro barco al atardecer, mientras tú cantas y yo toco. Bailamos bajo la mirada rosada y anaranjada del sol, del cielo (que tú eres). (Ignoramos nuestra alma a veces siempre). Tangos apasionados antes del anochecer, valses divertidos y movimientos rápidos pegados en el mar. Nos unimos en una fusión de espíritu bajo el color de la música, entre las nubes que dibujan más pinceladas de timbres nuevos nuestros en el cielo y entre mecidos de las aguas bajo nuestros pies. Buceamos nadamos bailamos en el mar nos buscamos entre los peces nos encontramos entre ellos. Te miro entre las aguas a tus ojitos felices. Y me pregunto por qué no soy capaz. No, soy aún un recluso de mis actos quizás, un preso de mis pasados y aún no soy yo. Pero me queda por avanzar un camino grande y divertido, muy divertido, junto a ti. Porque te quiero y me estoy enamorando (ya no), pero mi alma está ya enamorada de la tuya.
El error es par, nuestro. Y dos corazones unidos después., para siempre.

Tú baila, baila con el viento y con el mar, que ahora son tuyos por completo. Y entonces déjate llevar, me dejo llevar y veremos qué pasa.

(No sé aún bailar solo)


Dios me regala tu alma por darme a ti
así que coge mi alma y haz con ella lo que necesites
para ser tú misma, para ser feliz.
Tuyo. Divino.

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